En ocasiones se suelen usar como sinónimas las palabras fe y esperanza a pesar de que hay diferencia entre ambos términos, ya que no significan lo mismo. En efectos prácticos tener fe o tener esperanza no son equivalentes o iguales. Tanto la fe como la esperanza tienen su propia definición y aplicación práctica.
A pesar de que la esperanza no es un elemento netamente espiritual, constituye un elemento práctico en la vida del creyente. Comprender la diferencia que hay entre fe y esperanza nos ayuda a vivir una fe más sólida y a su vez afirmar nuestra esperanza en las promesas del Dios Todopoderoso.
La fe es la certeza de lo que es espera, la convicción de lo que no se.
A mi parecer la definición que nos presenta la Biblia sobre la fe en Hebreos 11:1 es magistral y sumamente práctica. La fe es tener certeza sobre las cosas o promesas que esperamos en Dios, y tener la convicción de creer en las cosas que ocurren en la esfera invisible y espiritual. La fe no se basa en deseos o emociones, sino que se basa en la confianza en el carácter firme de Dios y su fidelidad.
Mi definición personal para la fe es: Creencia y confianza, creer en las promesas de Dios y confiar en que Dios hará conforme a lo que nos ha prometido. Me gusta esta definición ya que de cierto modo en la práctica la fe y la esperanza van de la mano. Es evidente que la esperanza no comparte la misma definición o implicación con la fe y de ahí surge la diferencia entre ambas.
La fe nos hace actuar en base a las promesas de Dios a pesar de que nos veamos resultados visibles o palpables. Tenemos al patriarca Abraham como un ejemplo perfecto de alguien lleno de fe, obedeció al llamado de Dios para abandonar su tierra e ir a donde Dios le indicó sin siquiera saber hacia donde se dirigía (Hebreos 11:8).
Abraham no necesito comprender la magnitud y la complejidad del plan de Dios para su vida, simplemente creyó en que Dios se obligaría así mismo en cumplir con el pacto que le había propuesto.
La fe no es algo inactivo y muerto. La verdad de fe nos mueve hacia la obediencia y nos permite encontrar la dirección en el tiempo presente y mantenernos firmes a pesar de las circunstancias parezcan ir en nuestra contra.
La esperanza es la confianza en que llegará el futuro prometido.
La esperanza a diferencia de la fe, tiene una mirada puesta hacia el futuro. La fe se fija en el presente y nos hace aferrarnos a que Dios cumplirá su promesa. La esperanza en pocas palabra es confiar en que Dios cumplirá lo que nos ha prometido. Por ejemplo Romanos 8:24-25 nos dice lo siguiente:
Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?
25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.
Romanos 8:24-25
Aquí podemos notar que la esperanza bíblica se basa en esperar las cosas que aún no hemos visto. De modo que mientras la fe actúa en el presente, la paciencia espera en el mañana. La fe nos dice: “Dios puede hacerlo”, la esperanza nos dice: “Dios lo hará”.
La esperanza a diferencia de la fe nos direcciona a enfocarnos en el cumplimiento futuro de las promesas de Dios. En cambio, la fe nos da la convicción de confiar en las promesas de Dios en el inmediato presente.
Tanto la fe como la esperanza a cómo te dije antes trabajan en conjunto. En donde la fe es la raíz de nuestra vida espiritual y la esperanza es el fruto.
No puede haber esperanza sino hay fe, ya que la fe es la que nos convence de que Dios cumplirá su palabra. Y a su vez la fe sin esperanza se debilita, porque la esperanza mantiene viva nuestra expectativa del cumplimiento de las promesas de Dios.
A pesar de que hay diferencia entre la fe y la esperanza ambas están en armonía.
Si nos remitimos a los escritos bíblicos podemos notar que la fe y la esperanza son literalmente inseparables. Por ejemplo el apóstol Pablo nos lo resume de la siguiente manera:
Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.
1 Corintios 13:13
De modo que podemos afirmar que ambas virtudes, tanto la fe como la esperanza a pesar de su diferencia surgen en nosotros a causa de nuestra relación con Dios. La fe confía en Su carácter y la esperanza descansa en su fidelidad.
En cuanto al tema de la fe y la esperanza tenemos a Abraham como ejemplo, quien creyó “en esperanza contra esperanza” (Romanos 4:18). La fe fue lo que sostuvo a Abraham para seguir creyendo a pesar de su presente, y su esperanza le ayudó a mantener su paciencia hasta ver la promesa de Dios cumplida en su vida.
Así como lo hizo Abraham, nosotros los creyentes también debemos de aprender a vivir con fe para actuar y con esperanza para esperar. La diferente que hay entre la fe y la esperanza, es lo que provoca que ambas se complemente. La fe nos da el combustible necesario para permanecer en obediencia, y la esperanza nos da la chispa de ignición para perseverar en nuestra confianza en Dios.
Conclusión sobre la diferencia conveniente que hay entre la fe y la esperanza.
En pocas palabras podemos decir que la diferencia entre la fe y la esperanza se resume a: La fe confía en la promesa de Dios, la esperanza espera a que se cumpla la promesa de Dios. La fe actúa en nuestro presente, la esperanza pone sus ojos en el futuro. Ambas virtudes son necesarias para que podamos mantener un vida cristiana firme y victoriosa.
Cuando sintamos que nuestra fe se debilita, debemos de recordar las maravillas que Dios ha obrado a nuestro favor en el pasado, eso sin duda alimentará y fortalecerá nuestra fe.
Si sentimos que la esperanza en las promesas de Dios se va apagando, debemos de recordar las cosas que Dios nos ha prometido. Recordar las promesas de Dios fortalecerá nuestra esperanza para perseverar en la paciencia y recibir lo que estamos creyendo. A como está escrito:
Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.
Hebreos 10:23
Gracias por llegar hasta el final de esta publicación, dime: ¿Qué pensabas que encontrarías en esta publicación que aborda sobre la diferencia entre la fe y la esperanza? ¿Creías que la fe y la esperanza eran excluyentes? ¿Qué tal está tu fe y tu esperanza? ¡Déjame saberlo en los comentarios!
Puedes acceder a mi publicación anterior en el siguiente enlace: ¿Cómo fortalecer la fe según la Biblia?
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Teólogo, escritor y erudito biblista ampliamente comprometido con la verdad. Fundador y Webmaster de la plataforma digital: Pura Biblia.