Entre las tantas doctrinas que expone la Biblia, la doctrina del cielo es de las más esperanzadoras, ya que trata directamente de la salvación del creyente. La Biblia nos señala a lo largo de la misma que el cielo no es solo una metáfora, ilusión o referencia exclusiva al mismo únicamente como el cielo atmosférico que logramos apreciar cada día, sino que es el lugar en el cual habitan Dios, los ángeles y finalmente también lo habitarán los creyentes.
Lograr comprender lo que la Biblia nos dice sobre el cielo, nos va ayudar a vivir con propósito y a su vez fortalecerá nuestra fe en gran manera.
La enseñanza de la Biblia sobre el cielo.
En esta publicación voy a presentarte al menos las 5 principales enseñanzas que nos deja la Biblia con respecto al cielo. Sinceramente espero que esta publicación sea de gran bendición y utilidad para tu vida.
El cielo es la morada de Dios.
Si nos remitimos a los escritos bíblicos, podemos notar que los mismo afirman que el cielo es el lugar en el cual habita Dios. Por ejemplo la Biblia dice:
El Señor está en su santo templo; el trono del Señor está en el cielo.
Salmos 11:4
Lo que nos demuestra que el cielo es el centro de operaciones de Dios, lugar en el cual desempeña su autoridad divina y manifiesta su perfecta santidad. Así que podemos inferir en que el cielo es un lugar de gloria, majestad y pureza absoluta.
Quiero hacer una distinción muy clara, por si acaso no se ha hecho evidente. Cuando la Biblia afirma que el cielo es el lugar en donde Dios habita, no se está refiriendo al cielo atmosférico de la tierra o algún otro lugar físico en el universo.
Se está hablando del cielo como un lugar eterno e inmaterial en donde únicamente Dios y sus criaturas angélicas habitan, dado a que son seres espirituales.
El cielo como un destino eterno para los creyentes.
Para nosotros los creyentes el cielo no es solo un lugar en el cual Dios habita, sino que es la promesa final de la vida eterna. Jesús dijo:
En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
Juan 14:2-3
En poca palabras, Jesús nos aseguró que los creyentes tendríamos un lugar en la eternidad junto a Dios. Por lo tanto, el cielo será también el lugar de habitación para nosotros en el futuro.
Un lugar de gozo y paz absoluta.
Podemos apreciar que nuestra existencia terrenal está rodeada de innumerables eventos catastróficos y lamentables, tales como: hambrunas, enfermedades, desastres naturales, actividades terroristas, homicidios, asesinatos etc.
La Biblia nos meciona que el cielo a diferencia de nuestra realidad terrenal, se caracterizará por ser un lugar en el cual jamás experimentaremos dolor, sufrimiento ni muerte. La Biblia nos declara:
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y no habrá muerte, ni llanto, ni clamor, ni dolor.
Apocalipsis 21:4
Esta promesa bíblica nos habla que en el cielo viviremos una realidad carente de los eventos que nos causan dolor o sufrimiento, es una promesa que nos brinda esperanza y consuelo. Sabemos que independientemente de lo mucho o poco que suframos en esta vida, no se compara con la plenitud de gozo y paz absoluta que habrá en el cielo (Cf. Romanos 8:18).
La adoración eterna en el cielo.
El apóstol Juan tuvo una visión clara sobre lo que sería el cielo. En ese momento logró apreciar que el cielo está lleno de adoración a Dios. Podemos apreciar que Juan dice:
Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos;
10 y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero.
Apocalipsis 7:9-10
La Biblia nos expone que la adoración constante a Dios será un elemento base y esencial en la vida eterna en el cielo.
Una vida terrenal llena de esperanza.
Saber que al final de nuestra existencia, nos espera la eternidad en el cielo, es algo que afecta positivamente nuestra vida diaria. El hecho de que la Biblia nos afirme que vamos a vivir en el cielo con nuestro Señor nos motiva para vivir en santidad, amar a los demás y sobre todo poner nuestra fe y confianza en Dios.
Esta promesa nos llena de esperanza, porque vivimos sabiendo que nuestra ciudadanía no es de esta tierra, sino que nuestra verdadera ciudadanía está en los cielos (Filipenses 3:20).
Conclusión sobre la enseñanza de la Biblia acerca del cielo.
Conforme a la enseñanza de la Biblia el cielo es un lugar en el cual tendremos una comunión perfecta con Dios, viviremos una vida de pleno gozo, absoluta paz y daremos adoración por la eternidad a Dios.
El cielo en la Biblia no es un concepto teórico, sino que es la mayor promesa que hemos recibido por parte de Dios, una verdad que a todos los creyentes nos ofrece esperanza y nos sostiene en tiempos de angustia.
Esto hace que el propósito de nuestra vida cristiana sea transcendental y superior a nuestra vida terrenal. Saber que viviremos en el cielo nos impulsa a valorar más lo eterno por encima de lo efímero y temporal de este mundo. De modo que nuestra fe se fortalece y descansa confiadamente en las promesas de Dios.
Gracias por llegar hasta el final de esta publicación, dime: ¿Qué te parece la enseñanza de la Biblia sobre el cielo? ¿Te gustaría vivir en la eternidad con Dios? ¿Te estas preparando apropiadamente para ir? ¡Déjame saberlo en los comentarios!
Puedes acceder a mi publicación anterior en el siguiente enlace: ¿Qué significa que somos embajadores de Cristo?
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Teólogo, escritor y erudito biblista ampliamente comprometido con la verdad. Fundador y Webmaster de la plataforma digital: Pura Biblia.