En esta publicación veremos qué significa exactamente el hecho de que Dios es soberano. La doctrina bíblica sobre la soberanía de Dios es una de las doctrinas más reconfortantes de la Escritura, ya que nos ayuda a comprender la dimensión del poder de Dios y del cuidado que Él tiene por nosotros.
Afirmar que Dios es soberano no se reduce a una simple afirmación teológica. Es reconocer que Dios gobierna sobre la creación y que absolutamente nada escapa de su control, y que su voluntad siempre prevalece. A lo largo de esta publicación vamos a indagar sobre lo significa que Dios es soberano y como está soberbia se ve implicada en nuestra vida cotidiana y el mundo que nos rodea.
La enseñanza bíblica sobre la soberanía de Dios.
La Biblia nos afirma con claridad y de forma rotunda que Dios tiene la autoridad absoluta sobre todo lo creado. Por ejemplo en Salmos 115:3 podemos leer lo siguiente:
Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho.
Salmos 115:3
La lectura del pasaje bíblico anterior nos permite comprender que Dios no está limitado a circunstancias, personas o eventos. Dios no solamente conocer el futuro, sino que también lo dirige conforme a Su propósito eterno. Dios declara en Isaías 46:10, lo siguiente:
Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero.
Isaías 46:10
El hecho de que Dios es soberano significa a fines prácticos de su forma de interactuar con lo creado, que Dios tiene la capacidad de controlar y abarcar los grandes movimientos de la historia humana hasta lo más pequeña detalles de la vida de una persona.
El hecho de que Dios sea soberano no significa la ausencia de libertad humana.
Cuando se plantea el tema de la soberanía de Dios entra en escena una pregunta bastante común. Si Dios es soberano, ¿tiene el ser humana libre albedrío o libertad para decidir por sí mismo?
Algunas personas han ido más allá de esta simple pregunta y se han profundizado en una corriente de pensamiento determinista. En esta corriente de pensamiento se dice que si Dios es el causante de los eventos primeros, eso significa que absolutamente todas nuestras acciones están unidas y determinadas por la cadena de acontecimientos generados a partir del primer acontecimiento.
De modo que la sensación de libertad que tenemos los humanos para decidir es solo una ilusión, pero no es nuestra realidad. Más allá de un pensamiento filosófico que puede parecer bastante profundo, robusto y abstracto, en la experiencia cotidiana siempre tenemos a nuestra disposición una gran cantidad de opciones para decidir y decidimos conforme al deseo o la manifestación de valores morales y espirituales del momento.
Negar la libertad que tenemos para decidir entre una cosa y otra, es prácticamente renunciar a la realidad. Te pregunto, ¿Consideras que hay alguna acción anterior a la lectura de esta publicación que inevitablemente te trajo aquí para leer esto? Pienso que no, viste la oportunidad de leerlo, el deseo de saber más te invadió y a partir de la generación fortuita de ese deseo, fue que decidiste leer esto, y por eso lo estás leyendo.
Alejándonos del pensamiento filosófico, la Biblia nos afirma que el hecho de que Dios sea soberano no significa que nuestra libertad está automáticamente anulada. Dios, en su soberanía perfecta, fue él quien nos creó con la capacidad para elegir, y aún dentro del marco de nuestras decisiones Dios es capaz de desarrollar su propio plan.
Absolutamente nada puede frustrar sus propósitos. Un ejemplo claro de esto lo encontramos en la historia bíblica de José en Egipto. Sus hermanos por envidia lo vendieron como un esclavo, pero al final José reconoció:
Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien.
Génesis 50:20
Lo que nos demuestra que incluso aquellas acciones hechas con toda la mala intención del mundo, pueden ser utilizadas por Dios para cumplir su voluntad. Dios permite el mal a causa de la corrupción moral del hombre, pero eso no significa que lo aprueba.
La soberanía de Dios nos da confianza en medio de la incertidumbre.
En aquellos momentos en los que sentimos que la crisis nos agolpa, que nos inunda el dolor y la confusión, el conocimiento sobre la soberanía de Dios puede ser un ancla firme para nuestra fe. Saber que nada sucede fuera del control de Dios, nos permite descansar, ya que aunque no entendamos el porqué de las cosas, Dios usará esas cosas para obrar a nuestro favor.
La Biblia en Romanos 8:28 nos afirma:
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien…
Romanos 8:28
El hecho de que Dios sea soberano no significa que se elimina automáticamente el sufrimiento. Debemos de comprender que el sufrimiento viene a partir de la perversión moral de nuestros semejantes quienes en su libertad deciden obrar en nuestra contra, y a la imperfección que está sujeta la naturaleza que nos rodea, incluyendo nuestro propio cuerpo.
Saber que Dios es soberano no evitará que suframos, pero si cambiará nuestra forma de afrontar el sufrimiento. El hecho de creer que Dios incluso en medio del sufrimiento puede tener con nosotros un propósito nos trae paz.
Vivimos bajo la soberanía de Dios.
Cuando reconocemos que Dios es soberano, nos lleva a vivir una vida de humildad, obediencia y confianza en Dios. Si comprendemos que Dios es soberano eso significa que debemos de rendir nuestra voluntad a la Suya, reconociendo que el plan de Dios es mejor o superior que el nuestro.
Cada vez que oramos a Dios y decimos: “Hágase tu voluntad”, estamos reconociendo que Dios es soberano.
Vivir bajo la soberanía de Dios no es una carga, sino todo un privilegio. Saber que estamos viviendo bajo su autoridad nos debería de liberar del miedo, del estrés por tener el control absoluto de todas las cosas y la ansiedad por la incertidumbre del futuro. Ya que estamos reconociendo que nuestro Dios gobierna sobre la creación con sabiduría, justicia y amor perfecto.
Lo que significa que Dios sea soberano.
Afirmar que Dios es soberano, es reconocer que Él tiene el control absoluto de todo el universo y de nuestra propia vida. Es tener la certeza de que vivimos bajo su autoridad, y por lo tanto podemos descansar porque Su voluntad es buena, agradable y perfecta.
A pesar de que no siempre comprendamos los planes de Dios, podemos confiar plenamente en que todo lo que Él permite tiene un propósito mayor, tiene un propósito eterno.
Gracias por llegar hasta el final de esta publicación, dime: ¿Ya sabías lo que significa que Dios es soberano? ¿Cómo te hace sentir saber que Dios tiene el control de todo? ¿Cuando vez que tus días se vuelven grises confías en que sobre todo Dios tiene el control? ¡Déjame saberlo en los comentarios!
Puedes acceder a mi publicación anterior en el siguiente enlace: ¿Qué significa que Dios descanso en el séptimo día?
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Teólogo, escritor y erudito biblista ampliamente comprometido con la verdad. Fundador y Webmaster de la plataforma digital: Pura Biblia.