
Observamos que en la vida cotidiana a las expresión “perdón” y “disculpas” se utilizan como si fueran sinónimos, pero no lo son. Hay una clara diferencia entre pedir perdón y pedir disculpas, dicha diferencia se comprende más cuando se está bajo tensión y quiere dominar en nosotros el orgullo.
Notaremos que hay una diferencia significativa entre pedir perdón y disculpas si meditamos sobre esto desde una perspectiva bíblica y práctica.
Efecto e implicaciones de pedir disculpas.
Pedir disculpas es un acto que puede ser de tipo social o emocional. Cuando alguien pide disculpas es porque es consciente de que ha hecho algo que incomoda o perjudica a la otra persona, pero eso no significa que está admitiendo de alguna forma su culpa moral o espiritual.
Pedir disculpas, es una forma más de tratar de minimizar lo que se ha hecho o se ha dicho, ya sea de forma consciente o inconsciente. En muchas ocasiones pedir disculpas es un equivalente a decir: “lo siento, no fue mi intención” o”lamento lo que pasó”.
A efectos prácticos, la finalidad de pedir disculpas en la mayoría de ocasiones tiene como objetivo el tratar de aliviar la tensión y limar asperezas, no implica un legítimo arrepentimiento de lo que sea hecho o dicho. Por eso es común ver a gente que dice: “discúlpame si te ofendí” cuando nuestra intuición o percepción nos hace notar que no reconoció que lo que hizo haya estado mal.
Pedir disculpas en la vida cotidiana, sirve para mantener la convivencia a pesar de acciones y palabras imprudentes. Sin embargo, pedir disculpas nos es suficiente para restaurar la comunión con alguien, una vez que ésta se haya perdido.
Efecto e implicaciones de pedir perdón.
En este punto podemos notar que pedir perdón a diferencia de pedir disculpas, va más allá de una formalidad. Es un acto que nace de un corazón arrepentido por el daño que ha hecho, ya sea que este daño haya sido provocado por medio de las palabras o las acciones.
Pedir perdón a diferencia de pedir disculpas no son solo palabras vacías para hacer algo por compromiso moral o ético, sino que es una acción legítima que demanda humildad, arrepentimiento y un deseo legítimo por un cambio.
Si nos introducimos al contexto bíblico, podemos notar que el perdón tiene como fin restaurar una relación rota:
Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.
1 Juan 1:9
Por medio del pasaje bíblico anterior podemos apreciar que cuando se pide perdón, no solo decimos: “lo siento” sino que se admite abiertamente la equivocación, y hay un compromiso moral para no volver a actuar de la misma manera.
Pedir perdón es un acto que busca tocar el corazón de la otra persona, a diferencia de pedir disculpas que podría solo buscar guardar las apariencias.
La importancia de conocer la diferencia entre pedir perdón y pedir disculpas.
Comprender la diferencia que hay entre pedir perdón y pedir disculpas nos ayuda a sanar las relaciones de forma genuina. El acto de pedir disculpas puede resolver un conflicto de forma superficial, pero pedir perdón va más allá, busca restaurar lo que el orgullo destruyó.
Cuando legítimamente estamos pidiendo perdón, dejamos a un lado el orgullo y abrimos nuestro corazón para la restauración de aquellos lazos perdidos. No buscamos justificar nuestras acciones o palabras, sino que estamos tratando de sanear una relación que está en deterioro.
Pedir perdón requiere de una actitud de humildad y amor. En ocasiones las expresión de pedir disculpas, se utiliza como un placebo porque no hay un arrepentimiento verdadero y no se busca restaurar la relación.
Por ello podemos observar a gente que dice: “pedir perdón solo a Dios, a ti te puedo pedir disculpas”, esto lo hace la gente con la intención de no doblegar su orgullo y ser humildes para reconocer que han cometido un error. Si nos remitimos a los escritos bíblicos y las enseñanzas de Jesús, podemos observar que jamás se nos pidió pedir disculpas, sino que se nos mandó a perdonar y pedir perdón.
Nuestro propio subconsciente tiene noción de que hay diferencia entre pedir perdón y pedir disculpas. Por esa razón sentimos la tentación de negarnos a pedir perdón, y nos parece atractiva la opción de simplemente pedir disculpas, aún sabiendo que en nosotros no hay un legítimo arrepentimiento, ni deseamos restaurar la relación.
Conclusión.
La diferencia esencial entre pedir perdón y pedir disculpas está en su efecto y en la actitud del corazón al hacerlo.
Cuando pedimos disculpas lo hacemos porque sentimos que la presión por hacer lo correcto nos acorrala y sentimos la necesidad de aliviar la tensión. En cambio, cuando pedimos perdón lo hacemos con un corazón humilde y lleno de amor que tiene como objetivo restaurar la relación por encima de lo superficial.
Jesús fue claro al enseñarnos a perdonar y pedir perdón con sinceridad, ya que es la única forma en la que podemos experimentar la paz que viene después de la reconciliación.
Gracias por llegar hasta el final de esta publicación, dime: ¿Que te parece la diferencia que hay entre pedir perdón y pedir disculpas? ¿Qué sientes que te impide pedir perdón cuando sabes que debes hacerlo? ¿Te ha resultado útil esto? ¡Déjame saberlo en los comentarios!
Puedes acceder a mi publicación anterior en el siguiente enlace: ¿Qué dice la Biblia sobre la ansiedad?
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Teólogo, escritor y erudito biblista ampliamente comprometido con la verdad. Fundador y Webmaster de la plataforma digital: Pura Biblia.